Hemos hecho un experimento en el patio cubierto, aprovechando que hace buena temperatura, con maizena (harina de maíz) y agua.
Por equipos nos hemos puesto en torno a una gaveta o bandeja donde la seño ha echado la harina de maíz y hemos tocado y disfrutado de la suavidad de su textura, es tan fina como "polvo de seda". Tan solo una consigna:" No podemos soplar ni sacudirnos".
Posteriormente ha echado agua,la maizena al mezclarse con el agua se comporta de una forma muy especial, jugando con nuestros sentidos y los conceptos de sólido y líquido en un curioso efecto de arenas movedizas.
En términos físicos esta mezcla es un fluido no newtoniano, que es aquel cuya viscosidad cambia con relación a la fuerza o tensión aplicada sobre él y por tanto no tiene una viscosidad definida. Es por ello que la mezcla en el recipiente parece líquida, pero al ir a tocarla se descubre que está sólida, si la golpeamos está dura, hay que hundir los dedos con fuerza para arrancar un pedazo y descubrir entonces con asombro cómo se escurre entre los dedos, como si se derritiera.
Diversos científicos han estudiado posibles aplicaciones de este fluido, aunque éstas no se han llevado a cabo finalmente. Así, se estudió su inclusión en chalecos antibalas.
Nos hemos divertido y pringado un montón, cosa que nos encanta, además hemos aprendido que si a esta mezcla le aplicas una fuerza, se endurece y que cuando ya no le haces fuerza, vuelve a ser líquida . Es un juego sensorial que además ayuda a canalizar la energía y frustración .
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